miércoles, noviembre 09, 2011

Chávez rinde tributo al general Pedro Pérez Delgado a 87 años de su partida

El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, recordó este martes el 87° aniversario de muerte del general Pedro Pérez Delgado, "Maisanta", "El último hombre a caballo", abuelo de su madre, Elena Frías de Chávez, y un insigne guerrillero revolucionario alzado contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, que rigió a Venezuela entre 1908 y 1935.

El jefe del Estado hizo uso de la red social Twitter, a través de su cuenta @chavezcandanga, para escribir: "¡Hola, camarada Pérez Pirela! Un día como hoy (1924) murió en el Castillo Libertador de Pto. Cabello mi general Pedro Pérez Delgado, "El último hombre a caballo".

En "Las Líneas de Chávez" publicadas el 8 de noviembre de 2009, el líder bolivariano dedica fragmentos al general Pedro Pérez Delgado, Maisanta, y explica el peso que sobre sus hombros de niño llevaba cuando oía a algunos de sus familiares catalogar a Maisanta como asesino.

En un fragmento de esa columna, escrita en ocasión del 85° aniversario de la muerte de su este antepasado suyo, el presidente Chávez refirió: "Me aliviaba mucho oírle a mi padrino Eligio Piña sus cuentos de cosas viejas. Así los llamaba él, desde su inolvidable silleta en la esquina de la calle "El Llanero".

Mi padrino contaba de un guerrero que vivió en Sabaneta, allí mismo, a pocas cuadras de la "Madre Vieja". Que montaba un caballo negro llamado "Bala" y que sobre su lomo se fue, por los rumbos del Apure, con un fusil al hombro, alzado contra Gómez, el general que mandaba en Caracas.

Le decían Maisanta o el Americano. Un día me dijo, mientras yo me iba apurado a seguir vendiendo arañas hacia la Calle Real: "Epa bachaquito, tú llevas la sangre de Maisanta por dentro. Tu mamá es hija de Rafael Infante, uno de los hijos del Guerrero del Caballo Negro. ¡Ese era un revolucionario!".

Más adelante se lee: "Salí como disparado por la Calle Real y cuando le pregunté a la Mamá Rosa si sería un asesino o sería un guerrero revolucionario, la abuela me dijo que se oían muchas cosas, muchos cuentos y que al final no se sabía la verdad".

Concluye acotando: "Pues bien, han pasado casi cincuenta años y la vida me permitió conseguir la verdad: ¡Ese era un guerrero revolucionario! Y hoy podemos decir con Fidel: ¡Maisanta, la historia te absolverá!".

  
fuente: R.N.V

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