Quien le haga malas críticas al aumento salarial es porque no quiere ver la justeza intrínseca en el gobierno socialista venezolano.
Que el Comandante – Presidente Hugo Chávez, aumente por decimo segundo año consecutivo el salario mínimo, es motivo para la desesperación y la rabia de los enemigos del pueblo.
A la burgesía no le gusta el aumento salarial.
La verdad es que, a la burguesía, no le gusta que los trabajadores devenguen salarios por el trabajo realizado.
En el fondo, a los hambreadores del pueblo, les encantaría que retrocediéramos a la época de la esclavitud.
Cierto es que, algunos de los empresarios malinches, desean someter a los trabajadores como esclavos.
Entonces, que empresario pitiyanqui estaría de acuerdo con el aumento de salarios decretado por nuestro máximo líder.
Tonto sería aquel que creyera en las declaraciones de los Sibaritas de Fedecamaras que han promovido un incremento de un 40 por ciento.
Hipócritas, ricos desalmados que se burlan del pueblo asumiendo falsas posturas públicamente.
Pero, a este combo de demonios se suman los politiqueros de asquerosa trayectoria que, sabiendo lo inviable de un aumento más allá del 25 por ciento anunciado por Chávez, siguen en la hipócrita proposición.
Claro que, también salieron las viudas de la CTV y Fetratrujillo y las comadronas que los ayudan a parir. Miserables hipócritas que creen que el pueblo olvida aquellas denigrantes escenas cuando los pensionados y jubilados, eran arrastrados al piso por la fuerza de los chorros de agua lanzados por las famosa ballena policiaca.
Aquí, en este país cuanto hemos luchado por un salario digno?
Cuánta sangre ha corrido para teñir el suelo en el afán por vivir mejor.
Chávez nos ha sacado adelante. Nos puso, a la masa laboral, en condiciones de vida digna.
Ahora vivimos viviendo. Somos un pueblo que disfruta de la mayor suma de felicidad posible añorada por nuestro Libertador Simón Bolívar… Si va!
No hay comentarios:
Publicar un comentario