En su más reciente reflexión “La genialidad de Chávez”, Fidel Castro destacó el pensamiento revolucionario, teórico y práctico del mandatario nacional quien irrumpió en la vida política venezolana en un momento donde Estados Unidos imponía su hegemonía económica en la región.
Promover una Revolución profunda no era tarea fácil en Venezuela, un país de gloriosa historia, pero inmensamente rico en recursos de vital necesidad para las potencias imperialistas, que han trazado y aún trazan pautas en el mundo, indicó el Comandante.
Sin embargo, agregó, en el escenario de Venezuela se libra hoy un gran combate pues los enemigos internos y externos de la revolución prefieren el caos, como afirma Chávez, antes que el desarrollo justo, ordenado y pacífico del país.
En este sentido, Fidel Castro se refirió al informe Memoria y Cuenta 2011 presentado por el jefe de Estado ante la Asamblea Nacional en el cual invirtió más de nueve horas sin que disminuyera el interés suscitado por sus palabras y fue escuchado por un incalculable número de personas.
El líder bolivariano fue amable y respetuoso con todos los presentes como es habitual en él y si alguno le solicitaba el uso de la palabra para alguna aclaración, le concedía de inmediato esa posibilidad, subrayó el Comandante.
Asimismo, señaló, cuando una parlamentaria opositora interrumpió su informe y le cedió la palabra fue un gesto de gran altura política, aunque llamó la atención la dureza extrema con que el Presidente fue increpado con frases que pusieron a prueba su caballerosidad y sangre fría.
Aquello constituía una incuestionable ofensa, aseveró el líder cubano, y solo Chávez fue capaz de responder con serenidad al insultante calificativo de "ladrón" que ella utilizó para juzgar la conducta del Presidente por las leyes y medidas adoptadas.
Después de cerciorarse sobre el término exacto empleado, respondió a la solicitud individual de un debate con una frase elegante y sosegada "Águila no caza moscas", y sin añadir una palabra, prosiguió serenamente su exposición. Fue una prueba insuperable de mente ágil y autocontrol, sentenció Fidel Castro.
En otro momento de su artículo, el Comandante aseguró que desde que conoció al presidente Chávez, siempre lo vio interesado por la paz en Colombia y facilitó reuniones entre el gobierno y los revolucionarios de esa nación que tuvieron por sede a Cuba, para un acuerdo verdadero de paz y no una rendición.
A su vez, el líder cubano expresó su solidaridad y estima al General Henry Rangel Silva, Ministro del Poder Popular para la Defensa, pues pudo apreciar en él un hombre inteligente y sano, capaz y a la vez modesto quien dirigió la organización del desfile más perfecto de una fuerza militar latinoamericana, que esperamos sirva de aliento y ejemplo a otros ejércitos hermanos.
Las políticas sociales, económicas y de integración regional promovidas por el Gobierno Bolivariana no se quedan en la mera retórica, apuntó el Comandante.
La Venezuela de hoy es otra muy distinta a la que conocí hace solo 12 años, y ya entonces me impresionó profundamente, al ver que como ave Fénix resurgía de sus históricas cenizas, concluyó Fidel Castro.
Promover una Revolución profunda no era tarea fácil en Venezuela, un país de gloriosa historia, pero inmensamente rico en recursos de vital necesidad para las potencias imperialistas, que han trazado y aún trazan pautas en el mundo, indicó el Comandante.
Sin embargo, agregó, en el escenario de Venezuela se libra hoy un gran combate pues los enemigos internos y externos de la revolución prefieren el caos, como afirma Chávez, antes que el desarrollo justo, ordenado y pacífico del país.
En este sentido, Fidel Castro se refirió al informe Memoria y Cuenta 2011 presentado por el jefe de Estado ante la Asamblea Nacional en el cual invirtió más de nueve horas sin que disminuyera el interés suscitado por sus palabras y fue escuchado por un incalculable número de personas.
El líder bolivariano fue amable y respetuoso con todos los presentes como es habitual en él y si alguno le solicitaba el uso de la palabra para alguna aclaración, le concedía de inmediato esa posibilidad, subrayó el Comandante.
Asimismo, señaló, cuando una parlamentaria opositora interrumpió su informe y le cedió la palabra fue un gesto de gran altura política, aunque llamó la atención la dureza extrema con que el Presidente fue increpado con frases que pusieron a prueba su caballerosidad y sangre fría.
Aquello constituía una incuestionable ofensa, aseveró el líder cubano, y solo Chávez fue capaz de responder con serenidad al insultante calificativo de "ladrón" que ella utilizó para juzgar la conducta del Presidente por las leyes y medidas adoptadas.
Después de cerciorarse sobre el término exacto empleado, respondió a la solicitud individual de un debate con una frase elegante y sosegada "Águila no caza moscas", y sin añadir una palabra, prosiguió serenamente su exposición. Fue una prueba insuperable de mente ágil y autocontrol, sentenció Fidel Castro.
En otro momento de su artículo, el Comandante aseguró que desde que conoció al presidente Chávez, siempre lo vio interesado por la paz en Colombia y facilitó reuniones entre el gobierno y los revolucionarios de esa nación que tuvieron por sede a Cuba, para un acuerdo verdadero de paz y no una rendición.
A su vez, el líder cubano expresó su solidaridad y estima al General Henry Rangel Silva, Ministro del Poder Popular para la Defensa, pues pudo apreciar en él un hombre inteligente y sano, capaz y a la vez modesto quien dirigió la organización del desfile más perfecto de una fuerza militar latinoamericana, que esperamos sirva de aliento y ejemplo a otros ejércitos hermanos.
Las políticas sociales, económicas y de integración regional promovidas por el Gobierno Bolivariana no se quedan en la mera retórica, apuntó el Comandante.
La Venezuela de hoy es otra muy distinta a la que conocí hace solo 12 años, y ya entonces me impresionó profundamente, al ver que como ave Fénix resurgía de sus históricas cenizas, concluyó Fidel Castro.
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