EDITORIAL
Durante el rezo del Ángelus, desde el Balcón del patio interior del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, al sur de Roma, ayer domingo el Papa Benedicto XVI afirmó: "es necesario un cambio en el modo de pensar y de vivir para poder seguir a Dios, que se diferencia del ser humano, entre otras cosas, por el hecho de que no tiene orgullo".
El muy querido Papa, invitaba a la humanidad a dejar el orgullo a un lado y a aprender ser humildes, arrinconando toda ansia de aparentar ser grandes o llegar de primeros".
Esa reflexión del Papa Benedicto XVI en medio del Rezo del Ángelus, creemos, sea el más adecuado consejo que los y las chavistas de Trujillo debemos seguir en una fiel interpretación de la Victoria Perfecta.
La visita a Valera del Comandante-Presidente Hugo Chávez el sábado 22, mostró al mundo la capacidad de humanismo que nos caracteriza a los trujillanos.
Nuestro gentilicio es así; lleno de amor, sinceridad y honestos.
Desde finales del siglo pasado nos comprometimos con Hugo Chávez en acompañarlo en la construcción de la Patria Socialista, y desde entonces cada día va creciendo ese amor.
El sábado desbordamos de pasión y amor. Apenas escuchamos al Gran Líder desde Mérida anunciando su visita, nos elevamos en vuelo con la fortaleza y lealtad de las Cinco Águilas Blancas que nos trajeron el mensaje.
Pero, debemos ser humildes para asimilar esta victoria que solo espera la llegada del Gran domingo 7 de octubre.
Es verdad estamos ganando con Chávez; pero, como lo mencionó el Papa ayer, tenemos que ser humildes en esta victoria.
Recordemos a Benedicto XVI: "Un punto clave en el que Dios y el Hombre se diferencia es el orgullo: en Dios no hay orgullo, porque es total plenitud y esta totalmente dispuesto a amar y dar vida; sin embargo en nosotros, los hombres, el orgullo está íntimamente arraigado y requiere constante vigilancia y purificación".
Aquellos que irrespetaron al Comandante-Presidente Hugo Chávez, también irrespetaron a este gran pueblo creyente en Dios en Chávez.
Aquellos que vociferaron odio y envidia son quienes no vigilan y purifican su orgullo.
Los múltiples fracasos de estos psicópatas los acomplejó y se volvieron divisionistas.
Pero, nosotros, la Gran Mayoría vamos con Dios vigilando y purificando el espíritu, mientras vamos alentando a Chávez hacia la Victoria Perfecta.
Sigamos con Chávez y Hugo Cabezas construyendo la Patria y el Trujillo Necesario. ¡Si va!
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