EDITORIAL Hoy estamos conmemorando el 92 aniversario de la desaparición física del Medico José Gregorio Hernández Cisneros.
Un 29 de Junio de 1.919, el misterio de la vida y la muerte encarna en este ilustre trujillano como acontecimiento de peculiar perplejidad.
El medico de los pobres y desamparados era arrollado por un vehiculo de los muy escasos que habían en la Caracas de los Techos Rojos.
Dios había dispuesto llevarse a su lado a este sensiblemente social hombre de ciencias. El cielo sería la Casa del Trujillano nacido en Isnotú el 26 de octubre de 1.864.
Con solo 55 años de edad, José Gregorio Hernández viaja al Paraíso, donde el Dios del Cielo y la Tierra le tenía reservada su Santidad.
Mano Goyo deja ser pertenecernos a los Trujillanos para convertirse en un Santo de la Humanidad.
Los restos mortales del Medico y científico de Isnotú reposan en La Iglesia Parroquial de la Candelaria en Caracas.
A regañadientes todos los millones de devotos en el mundo aceptan como Venerable a Hernández Cisneros.
Pero, nadie está de acuerdo que no haya sido elevado por el Vaticano a Santo
Más aún, incomoda la misteriosa y mezquina negativa de los dirigentes de la Iglesia.
El Gobernador Socialista Hugo Cabezas, fiel y devoto de Doctor José Gregorio Hernández, ha girado instrucciones a su equipo de gobierno y exhortado al pueblo, a una cruzada por la justa causa de Santidad del Siervo de Dios.
El Diputado a la Asamblea Nacional Cristian Zerpa ha dicho que todos los esfuerzos que han hecho el gobierno Nacional y el pueblo venezolano deben traducirse en la próxima Beatificación del Doctor José Gregorio Hernández y posterior traslado de sus restos y reliquias al Estado Trujillo.
Bendito seas Doctor José Gregorio Hernández… Si va!
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